Un cúmulo de circunstancias se dieron en la Volta a Catalunya, que
finalizó en Barcelona, al suizo del Greenedge Michael Albasini, de 31
años, que supo aprovechar con maestría el viento que soplaba a su favor
para anotarse la victoria más importante de su carrera.
Ni
Alejandro Valverde, ni Andy Schleck, ni Bradley Wiggins, ni Levi
Leipheimer. Ninguno de los favoritos pudo inscribir su nombre en el
palmarés de esta 92 edición de la Volta, marcada por los abandonos y por
la anulación de tiempos en la etapa reina por culpa de la nieve.
ALBASINI SORPRENDIÓ A TODOS
El
suizo es un corredor desconocido para el gran público, un caza-etapas
muy combativo al que le gustan las clásicas y cuyo mayor triunfo hasta
la fecha había sido una etapa de la Vuelta España con final en
Ponferrada en 2011.
Hoy, se coronó al defender su liderato en
la última etapa, entre Badalona y Barcelona de 119 kilómetros, donde el
francés Julien Simon (Saur-Sojasun) ha repetido triunfo al sprint, como
ya hizo en Manresa.
Nadie se esperaba una victoria de Albasini
en las carreteras catalanas, incluso cuando el primer día de carrera, en
Calella, se vistió de líder tras culminar una escapada en solitario,
con 1 minuto y 32 segundos de margen que ha defendido hasta al final.
Su suerte empezó antes de la Volta, ya que en principio no había
entrado en los ocho elegidos por el Greenedge para esta carrera, sin
embargo la baja de última hora del holandés Peter Weening le metió
dentro.
El inicio del suizo fue espectacular, tras vestirse de
líder remató su excelente estado de forma repitiendo triunfo en la
segunda etapa en Girona, donde ya sabía que en principio debía acabar su
reinado con el maillot de líder, puesto que al día siguiente se
disputaba una etapa de montaña espectacular con final en la estación de
esquí de Port Ainé.
La meteorología se alió con él, y la nieve y
el frío extremo obligaron a la organización a recortar la etapa más de
50 kilómetros y a neutralizar tiempos, por lo que Albasini siguió de
líder gracias a la decisión de los jueces, que dejaron sin efecto los
ocho minutos de renta que habían conseguido los escapados.
Ahí
fue cuando se empezó a creer que podía ganar esta prueba, y suceder en
el podio a Alberto Contador, superando los siguientes días con
facilidad, pese a que en cada etapa había un puerto situado a pocos
kilómetros de meta.
Los intentos de primeras espadas como
Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi), Levi Leipheimer (Omega-Quickstep) o
Rigoberto Urán (Sky) a lo largo de toda la Volta no han impedido que
lograra vencer en esta prueba World Tour por delante del asturiano y del
belga Jurgen Van den Broeck (Lotto-Belisol), que han completado el
podio.
Su último obstáculo fue la etapa de este domingo, con un
final rompepiernas en el que pese a los ataques de Luis León Sánchez
(Rabobank) y de Samuel Sánchez en el descenso del Tibidabo, ha acabado
al sprint, donde Julien Simon hizo valer su estado de forma para
llevarse su segundo triunfo parcial.
Ha sido una Volta muy movida
y con muchas sorpresas, incluso extradeportivas. La nieve recortó la
etapa reina, pero también dejó bloqueados a cinco equipos en Port Ainé,
que casi no llegan a la salida de la quinta etapa, y ayer un accidente
de tráfico obligó a para la etapa durante casi 40 kilómetros.
Una Volta con un vencedor imprevisto y con el abandono de los
principales favoritos, pero que sigue caminando fuerte hacia adelante,
gracias al acuerdo obtenido con la UCI que garantiza su futuro a corto
plazo.