lunes, 8 de agosto de 2011

El entrenamiento en altura. Luis Ángel Maté (corredor de la Vuelta '11)

Luis Ángel Maté, marbellí, sincero, dicharachero, en su haber tiene 27 calendarios y 16 semanas, las últimas tres las ha pasado en Sierra Nevada preparando su debut en las grandes vueltas, ya que competirá del 20 de agosto al 11 de septiembre en la Vuelta a España.



El entrenamiento en altura, dentro y fuera del ciclismo, se le llama a aquel realizado en una altitud superior a los 1200 metros donde el aire enrarecido dificulta la captación de oxígeno y, en palabras coloquiales, el cuerpo tiene que crear más glóbulos rojos para aprovecharlo. “Es un entrenamiento más, a un ciclista le tiene que gustar entrenar y esto es como unas vacaciones donde puedes convivir con grandes deportistas de otras disciplinas de los que aprender. Aquí en Sierra Nevada suele estar Chema Martínez y de él aprendo mucho en temas de respiración, algo que parece ignorado en el ciclismo. Los atletas son grandes profesionales y bromean con nosotros, nos dicen: ‘tendríamos que haber sido ciclista, hay que ver cómo vivís’, se sacrifican mucho con sesiones dobles de entrenamiento".

Por qué un entrenamiento en altura
Además de la convivencia y el aprendizaje, el entrenamiento en altitud tiene un fundamento científico, “últimamente se han hecho muchos estudios, obviamente la respiración mejora, pero también hay un impacto enzimático y fisiológico que puede ser favorable sabiendo cómo. Además, en verano también se busca una temperatura más suave y para el ciclismo, aquí en Sierra Nevada, hay mucha variedad de recorridos que permite hacer el trabajo que necesites”. No obstante, cada ciclista puede emplear un recorrido de modo distinto según el trabajo que se busque, el modo de entrenamiento es uno de los secretos del éxito: “cada maestrillo tiene su librillo, es inevitable que los entrenamientos sean personales, cada uno hace sus cargas de trabajo. La verdad es que entre nosotros hay algunas mentirijillas, ‘yo he movido tantos wattios en este puerto, yo he hecho lo otro’, pero vaya, nadie oculta nada, nadie entrena a puerta cerrada. Si quieres saber qué hace Contador o Evans sólo tienes que intentar seguirles.

Los riesgos de entrenar en altura
Es habitual escuchar entre deportistas noveles que no les ha sentado bien la concentración, porque no se han llegado a adaptar o porque han llegado atufados al objetivo marcado. “Las condiciones en altura son muy difíciles y tienes que hacer un periodo de adaptación. Yo, a pesar de tener mucha experiencia porque hago una o dos al año, he de dedicar una primera semana a la adaptación, pero esto otra vez depende de la persona. Existen riesgos, te puedes quemar, no asimilar el trabajo, te puede coger el llamado ‘mal de altura’ perdiendo el apetito. Hay que escuchar al cuerpo e ir con cuidado.

El plan de entrenamiento de un profesional
Las concentraciones en altura no son ningún truco de magia. Los resultados se obtienen tras un trabajo específico que requiere planificación y sacrificio para cumplir el guión previsto por especialistas, “yo os puedo contar mi programa, pero las cargas de entrenamiento pueden variar muchísimo entre dos ciclistas”. En el caso concreto de Luis Ángel Maté, ya nos ha dicho que la primera semana es simplemente de volumen para adaptar el cuerpo a las nuevas condiciones que debe afrontar, pero, y luego qué. “En esta concentración estoy trabajando mucho la fuerza, fuerza resistencia [en términos coloquiales, aguantar un ejercicio de fuerza prolongado como subir un puerto ‘con el gancho’], fuerza explosiva [el cambio de ritmo] y el ritmo medio”. El plan diario de entrenamiento es algo previamente diseñado y los deportistas son guiados por expertos para saber qué deben hacer cada día.

La alimentación parte de la preparación
El deportista contemporáneo ha mejorado sus pautas de alimentación respecto al de otras épocas. Pero, también la concentración en altura requiere de una alimentación idónea para mejorar los resultados. Por la sencilla razón de estar en condiciones adversas, el organismo requiere de un mayor aporte calórico del que sería habitual, “sí que existe una variación. Si vienes a hacer un trabajo de fuerza, es un trabajo muscular y tienes que aumentar las proteínas de la dieta, mientras que el día de ritmo medio priman los carbohidratos. La alimentación es esencial para obtener resultados y aquí se mide mucho más. La alimentación no es igual entrenando en casa que entrenando en estas condiciones”.

Una vez finalizada la jornada de entrenamiento
Las concentraciones en altura también tienen un factor psicológico, ya que requieren estar un periodo de tiempo importante en un lugar aislado y desconectado que no todos los deportistas soportan. “Para ser deportista te tiene que gustar tu trabajo, para nosotros es como unas vacaciones con un ambiente de risas y buen rollo. Una vez he entrenado, toca masaje, estiramientos o crioterapia [tratamiento con frío] que en Sierra Nevada se hace mucho. Los días que me toca descanso por la tarde, leo, navego por Internet, o doy una vuelta por las cafeterías de Pradollano que como en esta época del año estamos en una ciudad fantasma a los dos días nos conocen y nos tratan bien”.

La asimilación del trabajo
Una vez finalizada la concentración, el trabajo específico tiene que ser captado por el cuerpo según el llamado principio de supercompensación. Es imprescindible un periodo de tiempo entre el fin de la concentración y el objetivo que se está preparando. “Como la adaptación, varía depende del inviduo, yo después de la altura, estoy cuatro días haciendo descanso activo [coger la bici para pasear y no para entrenar]. Además, en esta ocasión iré al Tour de l’Ain para hacer un trabajo anaeróbico como terminación de la preparación para la Vuelta.

Las concentraciones en altura cada día más populares
Los entrenamientos en altura comenzaron a ganar notoriedad a partir de los juegos olímpicos donde algunos deportistas lo utilizaron obteniendo buenos resultados, sin embargo, estas concentraciones ya existían hace tiempo; “corredores de otras épocas como Moser ya hacía mucha altura en México”. No obstante, en los últimos años se ha generalizado, “hay ciertos factores, ahora la prensa llega a todas partes, se realizan más estudios y se conocen más métodos. En el caso concreto del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, sí, está de moda porque vienen deportistas que consigue resultados después y se crea costumbre. Por aquí han estado Scarponi, Evans, Gesink, Van den Broeck, Garzelli… y que venga la élite crea moda”.

Desmontando falsas creencias sobre las concentraciones en altura
Cuando se habla de concentraciones en altura hay ciertos tópicos incorrectos que se le achacan. En primer lugar, creer que, por desarrollarse en la montaña, es un entrenamiento destinado a los escaladores para preparar los puertos del Tour de Francia. “Sí es verdad que existe ese pensamiento, pero vaya, aquí he coincidido con la selección holandesa de Pista, o con nadadores de velocidad que no creo que se estén preparando para el Angliru”. Por otro lado, también algunos detractores de este entrenamiento decían que sólo era idóneo como preparación para una competición que se fuese a realizar por encima de los 1500 metros, “con estas concentraciones se obtienen beneficios no sólo respiratorios, sino también musculares que son lo que buscan los deportistas de velocidad. A Sierra Nevada también han venido equipos de balonmano así que beneficia a deportes distintos en condiciones diversas.

‘Es un privilegio estar aquí’
“Las concentraciones en altura yo las disfruto, el tiempo se pasa rápido, es la única época del año en la que puedo convivir con deportistas de otras modalidades y estar en contacto con la naturaleza. Sierra Nevada es prácticamente una ciudad fantasma y es increíble salir a rodar a primera hora y cruzarte con ovejas, cabras, zorrillos. Un día iba con Rosendo [Andalucía Caja Granada] y se plantó delante una liebrecilla que se nos quedó mirando en plan chulesco, casi oí como me decía ‘el forastero aquí eres tú’. Tengo la suerte de que me encanta mi trabajo. Como solía decir Xavi [Tondo], es un privilegio estar aquí”.